Murió el actor Claudio Rissi: el famoso Borges de la serie “El Marginal“ tenía 67 años
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Trabajó durante más de cuatro décadas en televisión, cine y teatro. Tenía 67 años.
El reconocido actor Claudio Rissi, famoso por su papel carcelario de Borges en El marginal, murió a los 67 años, según confirmó la Asociación Argentina de Actores este viernes. De extensa carrera, básicamente sus últimos años le hicieron ganar popularidad por la serie que Netflix llevó a su plataforma.
"Despedimos con gran tristeza a nuestro afiliado, el actor Claudio Rissi. Durante su trayectoria de más de cuatro décadas se destacó en televisión, cine y teatro. Acompañamos a sus seres queridos en este duro momento", comunicó esta mañana la entidad.
Fue tornero, cobrador, encuestador, ensobrador, sereno. Puso el cuerpo a trabajos sin nombre, como “evitador de robos de muebles” en veredas copadas por mueblerías. Dejó la vigilancia nocturna de la Caja de Industria en 1982, ante un llamado desde el San Martín. En ese mítico teatro llegó a cuerpear tres obras a la vez.
En declaraciones a La Nación, su novia, Natalia Ojeda, confirmó que estaba enfermo de cáncer. Rissi murió internado en la clínica Los Arcos, en el barrio de Palermo.
"En mis primeros años mi seudónimo artístico era Claudio Vaquel, pero me pareció demasiado tanguero", confió a este diario. "Yo era muy admirador del director italiano Dino Risi, que dirigió al gran Vittorio Gassman. Todo cerraba. Incluso el hijo de Dino es Claudio Risi".
En plena pandemia, el delincuente bonachón pero despiadado, con códigos de barrio pero sanguinario, quedaba de lado porque en las redes sociales, Rissi se animó a mostrar su costado más sensible: enamorado y feliz. Ahí supimos de Natalia Ojeda, su joven novia, quien vive con su hijo y lo ayudaba a "resistir" el hastío de no poder trabajar.
Rissi, quien no tuvo hijos, alguna vez reveló un duro momento que le tocó enfrentar a nivel personal. "En 2014 murió mi esposa, con quien me había casado hacía poco por pedido de ella. Fue una historia de amor de muchos años. Enfermó y me pidió que nos casáramos. Me quedé cuidándola hasta el final… Acá estoy, sobreviviendo”, le confesó a Ciudad Magazine.
Era hincha de San Lorenzo y fumador durante 47 años hasta que un día dijo "basta" ante la necesidad de actuar en el escenario como protagonista de Terrenal, de Mauricio Kartun.
Había crecido en Boedo, en el angosto pasaje Angaco, con una madre “obrera del vestido”, llegada desde Catamarca, y un padre empleado de hipódromo y almacenero. A los 17, mudado, en otro barrio, la cercanía con River Plate lo condujo a la escuela de teatro del club, donde se convirtió en “actor clandestino”, a escondidas de su Don Rafael, su padre. Más tarde pasaría por la Escuela de arte dramático.
"Es como un chiste esto del trabajo del actor", dijo en en una entrevista con este diario. Yo aprendí a pensar: ¿Qué necesita de mí ese personaje? ¿Cómo descansar de qué hacer para que me quieran? Una vez charlando con Hugo Arana me habló sobre el síndrome de invisibilidad. La primera mirada en la que uno se referencia es en la de la madre. A mí ni la teta me dio mi vieja. Tal vez uno es actor para sentir que existe. De chico mi viejo nunca me abrazó".
Empezó a sentir el cariño entre el público: primeros síntomas de admiración, en Poliladron. Ya con El marginal fue como el redescubrimiento de Claudio Rissi en el mundo del espectáculo. Su relanzamiento.
“Yo arranqué en la Escuela Nacional de Arte Dramático haciendo humor. Después, por determinadas razones que son cuestión de terapia, me quedó este rostro adusto. Siempre jodo con esto de que cuando los productores necesitan un personaje que sea un criminal, dicen: ‘Llámenlo a Rissi que ya el muerto se lo trae de la casa’. Sé hacer muchos de esos, y además me divierte”, contó en un a entrevista bastante reciente.
Además del papel consagratorio de Mario Borges en el Marginal, también se lo recordará por sus roles de Galván en Los simuladores, el Fletero de Okupas o el comisario Filpi, en El Puntero. Su cara de hombre duro, su gesto adusto, hizo que encarnara personajes con esas características.
Terrenal (Pequeño misterio ácrata), la conocida pieza de Mauricio Kartún en torno del mito de Caín y Abel, lo puso en el pedestal de los grandes actores argentinos con un papel consagratorio que le otorgó importantes premios y el reconocimiento unánime de la crítica especializada.