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Denuncian a la pareja de un juez tras el escándalo de los estudiantes alcoholizados

CHUBUT

Se trata de Constanza Sánchez, la madre de un alumno que circulaba en el colectivo demorado con estudiantes alcoholizados. La presentación la hizo un efectivo que acusó que ella lo increpó. La mujer dijo que “soy la mujer del juez Ennis y voy a hacer echar a todos”. El caso llegó al ministro de Seguridad y Justicia, Héctor Iturrioz

Constanza Sánchez, esposa del juez penal de Esquel, Luis Ennis, fue denunciada por un efectivo de la Policía del Chubut tras el escándalo ocurrido el lunes pasado en la Comisaría Primera, cuando interceptaron a un colectivo con estudiantes de secundario del Instituto Salesiano alcoholizados.

La denuncia ingresó este mediodía en la Fiscalía de Esquel. El policía declaró que la mujer les dijo “soy la mujer del juez Ennis y los voy a hacer echar a todos”. También dijo que ella se acercó al policía, le pidió nombre y jerarquía, acusándolo de “haberle pegado”.

El incidente tuvo lugar frente a la comisaría local, luego de que la Policía desviara el micro de la línea Jacobsen, que los estudiantes habían contratado para ir al colegio, a las 7.30 horas, luego de pasar la noche de fiesta, en un ritual conocido como el Último Primer Día de Clases.

La mujer, por su parte, denunció al policía por abuso de autoridad. El caso llegó al ministro de Seguridad y Justicia, Héctor Iturrioz, quien respaldó el accionar de los efectivos. “Voy a apoyar al personal policial, que corresponde que lo haga”, sostuvo.

EL ESCÁNDALO

Según la Policía los más de 20 jóvenes entre mujeres y varones, circulaban en el colectivo con las ventanillas abiertas y gritando, además de llevar bebidas alcohólicas en el transporte de la empresa Jacobsen. Luego de la diligencia en el interior del rodado, fueron restituidos a sus padres.

El mismo lunes en diálogo con Jornada, el segundo jefe de la Unidad Regional Esquel, comisario Alejandro Carranza, relató que mientras se desarrollaba la diligencia arriba del micro, “vino a la dependencia una mamá dirigiéndose de una manera muy maleducada, y con amenazas a uno de los efectivos que hacían el procedimiento. Fue demorada por un lapso de no más de una hora”.

Las actuaciones de la Policía comenzaron alrededor de las 7:30 horas ese día, y a las 9 aproximadamente, los chicos habían sido restituidos a sus padres. Carranza indicó que días antes un grupo de padres se habían reunido con autoridades municipales, porque la idea era alquilar un local, para que los menores se juntaran a festejar el Ultimo Primer Día (UPD).

“Pero la policía no puede convalidar estos eventos, ya que se deben respetar varias normas nacionales, provinciales y municipales”, recalcó y añadió que dueños de locales, suponiendo que en el festejo los chicos consumirían bebidas alcohólicas, no estaban dispuestos a alquilar su espacio.

Fuente: Jornada

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