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"Estuve desequilibrado toda mi vida": Nikola Jokic, la más improbable estrella NBA ya tiene su primer anillo

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Además de por su inmenso talento, el pívot es una figura reconocida en la liga por un físico diferente al de la mayoría de las superestrellas, su aparente desinterés por sus extraordinarios récords, su sentido del humor y placeres sencillos.

El serbio Nikola Jokic, líder de los flamantes campeones Denver Nuggets, culminó uno de los ascensos más improbables a la cima de la NBA desde que fue elegido en 2014 en un remoto puesto 41 del Draft.

Además de por su inmenso talento, el pívot es una figura reconocida en la liga por un físico diferente al de la mayoría de las superestrellas, su aparente desinterés por sus extraordinarios récords, su sentido del humor y placeres sencillos.

Sólo un chico de Sombor

"Nunca pensé que jugaría en la NBA cuando empecé en mi casa", declaró el 'Joker', rebobinando en su memoria, cuando fue reconocido por primera vez como MVP (Jugador Más Valioso) de la liga en 2021.

Nacido el 19 de febrero de 1995 en Sombor, una pequeña ciudad del norte de Serbia, al joven Nikola le encantaba la pelota naranja pero no más que el waterpolo y el voleibol y mucho menos que los caballos, su gran pasión, o hacer bromas en clase.

"Les caía bien a los profesores porque siempre hacía travesuras. Me gustaban algunas clases pero no me gustaban las actividades físicas. Era más alto que los demás y también más gordo. No podía hacer ni una flexión", relató.

Como reflejan algunas fotografías que resurgen cada tanto en las redes sociales, el joven Nikola era también un adicto a los refrescos y bebía hasta tres litros al día. Cuando fichó por el KK Mega Basket de Belgrado, a los 17 años, pesaba 135 kilos, aún lejos de alcanzar su estatura actual (2,11 m).

Draft, Quesaritos y Nuggets

Sin que se confundan con un menú de comida rápida, estos tres nombres resumen la nueva vida que le esperaba a Jokic cuando, el 26 de junio de 2014, Denver seleccionó al pívot a mediados de la segunda ronda del Draft.

El momento ni siquiera quedó inmortalizado en la retransmisión televisiva, ya que su nombre apareció durante un comercial que ensalzaba las delicias de un "quesarito", un invento mitad quesadilla mitad burrito de una cadena de comida tex-mex.

Para entonces Jokic ya estaba dormido en la madrugada de Serbia. "Mi hermano había organizado una fiesta y me llamó. Sólo le dije: 'Amigo, estoy durmiendo'. Me enteré al día siguiente pero no pensé que fuera a ser para tanto".

La familia ante todo

Se besan y se abrazan al final de cada partido. Ese es el ritual de Nikola con sus dos hermanos mayores, Nemanja y Strahinja, que viven bajo su techo en Denver con su esposa Natalija Macesic, ex jugadora de voleibol, y su hija Ognjena, que pronto cumplirá dos años.

"De niño, cuando eres el menor, siempre quieres estar con tus hermanos mayores. Era más feliz estando cerca de ellos que en la NBA", explica.

Grandes como armarios, los hermanos Jokic son sus guardaespaldas, cocineros personales y máximos aficionados. Una alegre banda capaz de soltar alguna ligera burla al ver a Jack Nicholson en la cancha de los Lakers y de lanzar al entrenador Michael Malone por los aires al clasificar por primera vez a las Finales.

También están siempre listos para saltar la pista en defensa de su hermano menor si las cosas se calientan con los rivales.

"Parecen asesinos en serie, pero en realidad son muy simpáticos", matizó Jokic.

El arte de la lentitud

En la cancha, Jokic apenas salta, corre con pasos pesados sacudiendo los hombros y suele lucir la nariz enrojecida por el esfuerzo.

Su imagen está muy alejada del arquetipo de estrella NBA, pero el serbio domina y dirige el juego como ningún otro pívot antes. "Soy paciente, porque no soy rápido", reconoce. "Dejo que (el juego) venga a mí".

Pelota en mano, el serbio es un talento puro, un prodigio de simplicidad, inteligencia y eficacia. En estas Finales promedió 30 puntos, 13,3 rebotes y 9,8 asistencias y es el primer jugador que lidera estas tres categorías en unos playoffs en la historia.

Su lenguaje corporal poco ortodoxo desconcierta a sus adversarios. "Se pone el balón detrás de la cabeza como Larry Bird, tira a metros de altura y entra", comentaba asombrado LeBron James.

"He estado desequilibrado toda mi vida, así que es normal para mí", replicó Jokic sobre su característico tiro a una pierna.

Desinteresado y altruista

Ganador de los premios MVP de 2021 y 2022, campeón de la NBA, Jugador Más Valioso de estas Finales, una colección de récords individuales... Nada de esto descentra a Jokic, como tampoco lo hacen los elogios que le llueven de las máximas estrellas del deporte.

"El éxito, el dinero y la fama nunca han cambiado a este tipo", dijo Malone sobre su pupilo, que está seguro de regresar a Sombor cuando termine su carrera.

"Es muy tranquilo, no pasa mucho, pero tiene todo lo que necesito", dice el pívot sobre su localidad. "Te da tranquilidad, lejos de la ciudad. Me gusta estar en un sitio donde sé conducir sin GPS".

"Sólo se está realmente cómodo en casa", asegura el nuevo patrón de la NBA.

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