La comisión interna de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) de la Represa Néstor Kirchner comenzó el domingo pasado una medida de fuerza por tiempo indeterminado, declarándose en estado de “alerta máxima”, a raíz de la paralización de la obra que pone en riesgo 3 mil puestos de trabajo.

El delegado Blas Pérez confirmó que si el gobierno nacional no abre un canal de diálogo a partir de la semana que viene “saldremos a la ruta 3 a visibilizar el reclamo”.

El dirigente gremial señaló que la importancia de la obra que se construye en Santa Cruz, “no solo es por su envergadura sino porque puede aportar la energía que el país necesita” y puntualizó que “los empresarios chinos están dispuestos a mantener su inversión, pero si el gobierno no firma se van a ir a otro lado y a la Argentina le va a quedar una deuda feroz”.

Pérez sostuvo que “con la llegada de Milei, en diciembre la obra se paralizó totalmente, la empresa se comprometió a pagar un mínimo y cumplió, pero si no hay una respuesta inmediata, a fin de mes la obra se cierra y la gente se queda en la calle”.