Los jueces absolvieron a cinco de los agentes que llegaron como acusados.

El Tribunal Oral Criminal 25 porteño condenó hoy a la pena de prisión perpetua a los policías Gabriel Alejandro Isassi, Fabián Andrés López y Juan José Nieva por el crimen de Lucas González, asesinado en noviembre de 2021 en el barrio porteño de Barracas.

Los jueces Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero, y la jueza Ana Dieta de Herrero, dictaminaron la pena máxima para los tres policías de la Ciudad por los delitos de "homicidio cuádruplemente agravado por haberse cometido con alevosía, placer y odio racial con el concurso premeditado de dos o más personas, abusando de su función o cargo por ser miembro de una fuerza policial", en referencia a Lucas.

También los sentenciaron por "tentativa de homicidio agravado", en el caso de Julián Salas, Joaquín Zúñiga y Niven Huanca, los amigos del joven.

Los jueces adempas dieron a conocer el veredicto a los otros 11 imputados en el caso.
Condenaron a seis años de prisión e inhabilitación por 10 años por el delito de encubrimiento a Roberto Orlando Inca.

También recibieron sentencia de seis años de prisión e inhabilitación por 10 Juan Horacio Romero, Fabián Alberto Du Santos y Rodolfo Alejando Ozán.

Con respecto a Héctor Claudio Cuevas el Tribunal anunció que fue condenado a cuatro años de prisión e inhabilitación por 10 por encubrir y alterar las pruebas.

Sebastián Jorge Baidón fue encontrado culpable de ser autor de las torturas a los amigos de Lucas.

Ante esa resolución se le concedió la pena de ocho años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua para ejercer cargos públicos.

Acerca del subcomisario Ramón Jesús Chocobar, Daniel Alberto Santana, Jonathan Alexis Martínez, Ángel Darío Arévalos y Daniel Rubén Espinosa, los jueces decidieron absolverlos de los delitos por lo que fueron imputados: "Se informa disponer la liberación inmediata de todos ellos".

A su vez, dictaminaron el "reconocimiento de las familias como víctimas de violencia institucional".

Por último, el letrado dictó que se extraigan los testimonios del jefe y el subjefe de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires a raíz de la denuncia de dos de los imputados que señalaron haber recibido presiones durante el juicio.

El Tribunal anunció que el próximo 23 de agosto se llevará a cabo la audiencia de fundamentos de las penas informadas durante el juicio.

Héctor González, el padre de Lucas, se mostró conforme con el fallo y aseguró que su hijo "está descansando en paz".

"Estoy feliz porque me pude sacar la mochila. Los tres que mataron a Lucas y van a pagar por lo que hicieron", expresó ante la prensa, mientras se abrazaba con el abogado Gregorio Dalbón.

"Con la verdad llegamos a acá. El odio racial no tendría que existir porque todos somos iguales ante Dios y todos van a igual al mismo lugar", afirmó.

Por otro lado, Héctor dijo que los policías que fueron absueltos "si la Justicia lo determinó así, que vayan a su casa a disfrutar de su familia", aunque dejó una posible apelación al criterio de su "amigo y abogado" Gregorio Dalbón.

En tanto, Julián Salas, uno de los jóvenes que acompañaba a Lucas cuando fue asesinado, consideró que se trata de una "condena justa", pero nadie le va a devolver a su amigo.

Al hablar de su sensación al escuchar el alegado de los policías condenados, dijo que fue "muy duro estar al lado de las personas que se llevaron" a su amigo.

Por su parte, el abogado Dalbón, patrocinante de la familia González, destacó la figura de "odio racial" en los agravantes en el fallo.

"Fue odio por el color de piel, si hubiesen sido rubios y estuvieran en un auto de marca alemana no les hubieran hecho nada.

La defensa dijo que pensaron que como salían de la villa habían comprado marihuana. A una persona por fumarse un porro no le tendrían que haber hecho esto", expresó Dalbón.

El abogado señaló que persistía en su intención de "no politizar el caso", al señalar que podría ocurrir "con la Policía de la Ciudad, la Federal o la Bonaerense", y defendió la integridad del resto de las fuerzas policiales, de las que separó a "estos asesinos.

El caso

El 17 de noviembre de 2021, Lucas González, de 17 años- salía con sus amigos de un entrenamiento en el Club Barracas y se subieron todos juntos en un auto Volkswagen Suran para volver a sus casas en provincia de Buenos Aires.

A los pocos metros fueron interceptados por un Nissan Tiida en el que circulaban tres policías de la Brigada 6 de la Comuna 4.

Sin tener identificación que pudiera confirmar que se trataban de efectivos de la fuerza de seguridad, los policías iniciaron una persecución a tiros.

Varias cuadras más adelante sucedió el fatal desenlace: los policías asesinaron de dos balazos en la cabeza a Lucas, que murió al día siguiente en el hospital El Cruce de Florencio Varela tras estar en coma.

Tras ser testigos del asesinato de Lucas, sus amigos fueron esposados y maltratados.
Durante la investigación se comprobó que los efectivos colocaron un arma de juguete en el baúl del auto de los jóvenes que salían de un entrenamiento de fútbol, evidentemente para adjudicarles una conducta delictiva.