En los últimos días se recibieron 80 telegramas de despidos, por obras que quedaron paradas debido a que el gobierno nacional no cumple con el envío de fondos ni con la actualización de precios.

La creciente paralización de proyectos que dependen de Nación comenzó a afectar fuentes de trabajo en forma directa. Según confirmaron fuentes cercanas a la UOCRA, ya se produjeron 50 despidos de obreros que se venían desempeñando para Rigel y otros 30 para CPC.

La causa está vinculada a la detención de la doble trocha entre Caleta y Rada Tilly, en relación a la primera empresa y en la repotenciación del acueducto, en la firma del empresario Cristóbal López. 

El problema se origina en la falta de actualización de precios, que se dispararon fuertemente tras la devaluación del 14 de agosto, encareciendo materiales como el hormigón y el hierro, mientras que el sistema de redeterminación de esos costos, aplicado por el Estado nacional, tiene demoras de entre 3 y 6 meses. 

A principios de año ya se había producido también la detención de la obra del emisario cloacal de zona norte, que es financiado por el gobierno nacional, mientras que en los últimos dos meses se puso el alerta sobre otros proyectos financiados por el Estado nacional. Por eso se vio también afectada la obra de acceso a Rada Tilly, que era ejecutada por Rigel y también se vio detenida en las últimas semanas.