Arabia Saudita: 10 curiosidades del primer rival de Argentina en el Mundial
UNA NACIÓN PETROLERA
Es claro que el país no es una potencia futbolística, pero sí una nación petrolera, conducida por una monarquía absolutista, atravesada por dunas y con una férrea fe en el Islam.
1 Reino de Arabia Saudita. Debe el nombre a tener a una monarquía como cabeza de Estado. Arabia por la península arábiga, y Saudita, por la casa de Saud, que es la familia real de la que vienen los gobernantes. Vale decir: es un país que lleva el nombre de una familia. Absolutista, porque no reconoce la división de poderes. Salmán bin Abdulaziz, de 86 años, es quien detenta los destinos del país.
2 El petróleo, en el centro de la vida económica. No sólo es en primer exportador del mundo del recurso descubierto en 1938, y el segundo en cantidad de reservas (detrás de Venezuela) sino que además cuenta con un extra: está casi en la superficie, lo que hace mucho más económica la explotación, y eso redunda en beneficios más altos.
3 En la península más grande del mundo. Se trata de unos 3 millones de km cuadrados, de los cuales poco más de 2 corresponden a Arabia Saudita. A la vez, tiene el desierto con mayor cantidad de dunas ininterrumpidas del planeta (el de Rub al-jali). Esta dura geografía ingresa en el podio en cuanto a extensión, detrás del de Sahara y de Australia. Y podría explicar los 45 grados de temperatura promedio que padecen los árabes en verano.
4 La Meca como centro del credo musulmán. Es donde nació Mahoma en el 570 después de Cristo, y por tanto se considera la cuna del islamismo. Por ello, todo musulmán, al orar, debe apuntar hacia donde se encuentra la mezquita de esta ciudad.
Foto: AFP
5 Al camello nadie lo joroba. Pese al salto en el nivel de vida, el camello sigue siendo clave para el transporte en el desierto, por su facilidad para transitar la superficie arenosa, la resistencia al calor y el tiempo que puede estar sin tomar agua. Incluso, la carrera de camellos suele concitar multitudes, y algunos dicen que supera en popularidad del fútbol.
6 Trece millones de inmigrantes. Eso lo transforma en el tercer receptor mundial detrás de Estados Unidos y Alemania. Pero tiene un porcentaje muy superior respecto de la población: el 38% sobre un total de 35 millones de habitantes. Lo curioso es que, antes de descubrirse petróleo, Arabia Saudita tenía apenas 3 millones de habitantes.
7 El más rico del mundo árabe, y el número 13 en el ranking global. Sin embargo, en la renta per cápita, es superado por países menos poblados, como Qatar, Emiratos Arabes y Bahrein. Su problema es que tiene una economía muy poco diversificada (el 80% de sus ingresos corresponde a exportaciones petroleras), sustentada en un recurso finito. Por eso la apuesta es el turismo, y la construcción reciente de hoteles híper lujosos.
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8 La bandera más alta del mundo es saudí. Y se encuentra en la ciudad de Yeda. El mástil tiene nada menos que 170 metros de altura, algo así como un edificio de 60 pisos. La bandera del país es de las pocas que llevan letras, las que dicen: “No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta”. Acompaña un sable, que es el símbolo de la militancia en la fe musulmana. El verde es el color del Islam.
9 Y un día las mujeres pudieron votar. Arabia Saudita es considerado uno de los países más radicales en la interpretación del Islam, pero puede hablarse de cierta flexibilización reciente. De hecho, actualmente las mujeres pueden conducir, y viajar sin compañía masculina. Incluso, pueden ingresar al ejército, aunque las altas graduaciones estén aún reservadas a los hombres. Y en las elecciones del 2015, las mujeres votaron por primera vez. Se inscribieron 130.600 para elegir e incluso ser parte del Consejo de la Shura, un órgano asesor de la monarquía.
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10 Una capital que no se inunda pero ve llover. Que Riad, sea la capital y la ciudad más poblada del país, no es una casualidad. Significa “lugar de jardines y árboles” y es de los casi únicos sitios que almacenan agua de las lluvias que caen en el desierto. Actualmente cuenta con poco más de 7 millones de habitantes, algo así como la mitad de la zona metropolitana de Buenos Aires.